Siempre que se estrena una gran producción cinematográfica, los videojuegos hacen acto de presencia y trasladan ese mundo a nuestras consolas u ordenadores. En este caso hablamos de la versión para Game Boy de "Cutthroat Island" basada en la (fallida) película "La Isla de las Cabezas Cortadas". Y esta versión no podía ser menos y también hablamos de un producto fallido, que poco tiene que ver con la estupenda versión de Super Nintendo o Megadrive. Aunque al menos lo intenta.
¿Por qué en los juegos de Game Boy protagonizados por una mujer nunca tienen cara? Es un misterio que ni Iker Jiménez puede resolver.
Seguimos más o menos la historia de la película, controlando a la Capitana Morgan en diez niveles para encontrar un gran tesoro español y acabar con el temible "Perro", el villano final...y tío de tu personaje. Es un juego de piratas, por lo tanto hay numerosos duelos de espadas frente a cuatro tipo de enemigos distintos, a cada cual más fácil, sin contar los tres o cuatro jefes finales. Las animaciones del personaje están bastante bien pero su control deja mucho que desear, a veces se te queda bloqueado, y es un poco fastidioso. Los gráficos cumplen a pesar de que los decorados se repiten en varias fases y la música en alguna que otra fase, la de la taberna por ejemplo, es agradable.
Pero el desarrollo de los diez niveles resulta muy repetitivo, tienes que esperar a que vengan los enemigos por la izquierda y la derecha, vencerlos y así poder avanzar hasta el siguiente tramo donde de nuevo haces lo mismo. Excepto un par de fases, el juego es así, y eso unido a un control no muy adecuado hacen de este videojuego una experiencia un tanto monótona y sencilla, sin apenas dificultad. Prácticamente puedes acabarte el juego sin utilizar los tres "continues" disponibles.
Pero el desarrollo de los diez niveles resulta muy repetitivo, tienes que esperar a que vengan los enemigos por la izquierda y la derecha, vencerlos y así poder avanzar hasta el siguiente tramo donde de nuevo haces lo mismo. Excepto un par de fases, el juego es así, y eso unido a un control no muy adecuado hacen de este videojuego una experiencia un tanto monótona y sencilla, sin apenas dificultad. Prácticamente puedes acabarte el juego sin utilizar los tres "continues" disponibles.
Tú lo que quieres es que me coma el tigre, que me coma el tigre, mi carne morena...
Aun teniendo en cuento todo esto, "Cutthroat Island" se defiende como puede y entretiene lo suficiente, como la propia película. No es un gran juego, pero tampoco es tan malo, se puede decir que es un suspenso alto. Lástima que ese control suponga un gran lastre a lo que podía haber sido una estupenda aventura portátil de piratas y ron, pero sin ron o con él como queráis*, que amenizara esas calurosas tardes de verano.
*Nota del autor: Sí, he jugado y valorado este videojuego bajo la influencia del alcohol*.
*Nota dos: Y sí, lo siento mucho, me he equivocado no volvera a ocurrir.
Puntuación
